23/08/2023 (Ciudad de México). Cocinar es significativo para muchas familias mexicanas, porque representa un punto de reunión y encuentro, un ritual sagrado; implica, también, un acto de cuidado que, en la mayoría de las veces, son las mujeres quienes lo ejercen.
Todas y todos tenemos un platillo favorito que nos evoca el momento más íntimo de la existencia, y no sólo por la armonía de los sabores y olores que retozan con nuestros sentidos, sino porque detrás de ellos se evocan historias, recuerdos, genealogías, presencia y resistencia. Es también, reivindicación de la memoria porque al recreadas en otras mesas, esos platillos reavivan a quienes están detrás de ellas y a quienes también las disfrutaron.
Para Yoah García, integrante del colectivo Proyecto de Búsqueda Guanajuato, los champiñones al mojo de ajo, representan el recuerdo de la reunión familiar en ocasiones especiales. Su platillo siempre ha sido elogiado. Para algunos el secreto radica en el cálculo exacto de qué proporción de ajo utilizar; para Yoah García, en el tiempo que se invierte cuando se cocina para quienes amas.
Esa fue la receta que compartió en Recetario para la memoria, y que le gustaba a su sobrino Jonathan Alan García Hernández, quien tenía 19 años cuando fue desaparecido en 2019 por dos unidades de policías en Celaya.
Joah asegura que con esta receta, las personas que decidan recrear sus champiñones, también recrearán el momento más íntimo de la familia García, los encuentros y la paz que alguna vez tuvieron. Recordarán que alguien, su tía, busca a Alan.
“Este proyecto nos ayuda a dar a conocer a nuestro familiar desaparecido y ver el vacío. Es un proyecto fotográfico, gastronómico y social, [que] nos da la oportunidad de contar nuestra historia, quiénes son y cómo son. Hacer presencia en la ausencia, no es la versión de autoridades que estigmatizan y criminalizan”, compartió Joah durante la presentación de este libro.
Recetario es una obra que reúne fotografía, texto y recetas. Zahara Gómez Lucini, fotógrafa y coautora señala que se trata de un proyecto gastronómico, fotográfico y social, porque además reúne investigación sobre el fenómeno de las desapariciones en Guanajuato.
Este libro fue escrito en coautoría de Zahara Gómez Lucini, fotógrafa, y Daniela Rea, periodista, quienes compartieron durante su presentación, en el Fondo de Cultura Económica Rosario Castellano, que este proyecto colaborativo es continuidad de otro libro que se hizo con Las Rastreadoras del Fuerte en Los Mochis, Sinaloa: Recetario para la memoria Sinaloa (2020).
En este Recetario participaron 12 colectivos y 83 mujeres fueron quienes cocinaron.
En entrevista para De Raíz, Daniela Rea contó que se eligió la gastronomía como un punto de encuentro con las familias buscadoras después de un proceso de exploración muy cercano que tuvieron con ellas, pero también porque fue una elección consciente para hablar sobre la memoria de las desapariciones en México.
“Se vio que es una práctica cotidiana que está presente siempre y que, además, siempre hay una referencia a lo que sus hijos, esposos, sus amores en general, querían comer: su comida favorita. Este proyecto de hacer sus recetas favoritas podría ser una manera de honrarlos y de convocar a la gente a interesarse en las desapariciones de personas en México”, contó a De Raíz.
En ese tenor, Jesús Peña, Representante Adjunto del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ONUDH), compartió que esta obra abona a atender las recomendaciones que hizo el Comité de Desapariciones Forzadas, en 2021,con respecto a México, para generar herramientas para la memoria, uno de los bastiones fundamentales en los procesos de paz.
Sin embargo, sostuvo que esos procesos no sólo se encuentran a nivel individual sino también en los contextos y las historias, y con este libro se presenta una manera distinta de abordarla “es una herramienta para alcanzar justicia, sanación y reparación”, dijo. Además señaló que en esos procesos resulta fundamental escuchar a las víctimas.
Guanajuato: de granero a fosa clandestina
De acuerdo con datos del Registro de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) hay 2 mil 631 personas desaparecidas y no localizadas en Guanajuato, en el período de 1962 a 2023. Sólo de enero de 2017 a 2023 se registran mil 950 personas en dicha condición.
Sin embargo, las cifras no concuerdan con los datos de la Comisión Nacional de Búsqueda y la Fiscalía General del Estado, que estiman 3 mil 800 desapariciones hasta el año 2020.
Además, de acuerdo con la Comisión Estatal se han localizado más de 100 fosas clandestinas, aunque medios de investigación señalan más de 200. Fabrizio Lorusso, académico de la Universidad Ibero León, recordó en la presentación que sólo en Salvatierra, los colectivos de búsqueda hallaron 80 fosas clandestinas, a finales de 2020.
Durante el período colonial, Guanajuato fue un espacio de gran importancia por ser un centro de extracción minera, en especial plata, y también fue el mayor productor de alimento. Durante su intervención, Daniela Rea recordó que la entidad “fue cuna del capitalismo, ahora es un territorio de fosas clandestinas, un puerto interior”.
Guanajuato forma parte de la región del Bajío, una zona muy industrializada y de importante de trasiego de mercancías, por su ubicación geográfica. En las últimas décadas también de todo tipo de negocios por parte del crimen organizado.
Las desapariciones no son un fenómeno reciente en el estado, aunque éstas fueron visibilizadas a partir de las acciones de los colectivos que inciden en las denuncias públicas y en las búsquedas.
Recetario para la memoria se puede adquirir en las librerías más conocidas, también a través de la página web y 50% de sus ganancias se destinarán a los colectivos de búsquedas de Guanajuato.