24/07/2023 (Ciudad de México). Ganar unas elecciones y, sin embargo, probablemente no gobernar. En esa tesitura se encuentra en España el conservador Partido Popular (PP), después de ser la formación más votada en las elecciones generales de este domingo al obtener poco más de ocho millones de sufragios a favor y 136 diputados. Pese a los buenos resultados, lejos quedan los 176 escaños necesarios para ser mayoría absoluta en el Congreso y poder formar gobierno. 

Recordemos que el país ibérico se rige por un régimen parlamentario. A diferencia del modelo presidencialista, los españoles no votan por un candidato o candidata para gobernar el  país, sino por los diputados de su circunscripción electoral ( el país está dividido en 52) quienes, posteriormente, deben llegar a acuerdos para construir una mayoría en el hemiciclo de 350 curules  y elegir así a quién ocupará el poder ejecutivo.

Las encuestas previas a la cita electoral vaticinaban una victoria de la derecha. Sin embargo, las proyecciones variaban en función de si la alianza entre el PP y el partido ultra conservador Vox alcanzarían la mayoría absoluta. La mejora del resultado de los primeros (la formación azul pasó de 89 a 136 diputados) en relación a las pasadas elecciones de 2019 no fue acompañada de sus compañeros de corriente ideológica. La bancada de Santiago Abascal perdió 19 curules, quedando en 33 diputados. Poco después de conocer estos resultados, en rueda de prensa, Abascal no tardó en responsabilizar del “fracaso de la alternativa” al líder popular Alberto Núñez Fijóo. “Hemos alertado toda la campaña de unas encuestas, claramente manipuladas, que han llevado a algunos a vender la piel del oso antes de cazarlo y que han tenido una clara consecuencia: la desmovilización .

La desmovilización a la que apeló Abascal no se reflejó en los datos globales de participación. Pese a las voces agoreras que vaticinaban una escasa visita a las urnas debido a las fechas veraniegas en las que se celebraron los comicios, 24 millones 743,612 españoles ejercieron su derecho al voto, representando un 70.4% del padrón electoral (en comparación con del 64.97 % de 2019). A tenor de los resultados, parece que vuelve a confirmarse la máxima: cuanta mayor es la participación, mayor es la probabilidad de un resultado beneficioso para la izquierda.

Y así, nunca una derrota supo mejor. Frente al ánimo alicaído en los cuarteles de campaña de PP y Vox, en la sede oficial del PSOE todo eran celebraciones. No era para menos. La apuesta del presidente Pedro Sánchez de adelantar las elecciones resultó un acierto. Tras la rotunda derrota de su formación  en los comicios municipales del pasado 28 de mayo el mandatario jugó al “todo o nada” y su estrategia resultó exitosa. Los socialistas cosecharon 930 mil votos más y  122 escaños, dos más que en 2019. Entre medias de ambas fechas, el desgaste tras la gestión como gobierno de la pandemia por COVID-19 y manejar la inflación más elevada en 40 años. Exhultante, Sánchez celebró los resultados y se dijo animado de intentar nuevamente la investidura como jefe del ejecutivo. “Convoqué las elecciones anticipadas porque creía que debíamos decidir qué rumbo tomar como sociedad: un rumbo de avance o de un rumbo involucionista como el del PP y Vox. Creo que España ha sido bien clara. El bloque involucionista de retroceso que planteaba una derogación total de los avances ha fracasado. Somos muchos más los que queremos que España siga avanzando, así que españoles, compañeros, ¡somos más, muchos más, los que queremos que España avance”.

De cara a lograr ese avance será fundamental el apoyo de SUMAR. La formación liderada por la vicepresidenta Yolanda Díaz, fruto de una convulsa y difícil negociación de los partidos a la izquierda del PSOE, entre los que destaca Unidas Podemos, obtuvo 31 diputados en su primera cita electoral. “Había mucha gente preocupada, hoy creo que la gente va a dormir más tranquila. La democracia ha ganado, sale fortalecida. Hemos ganado”, afirmó Díaz. Ahora, serán pieza fundamental a la hora de reeditar un nuevo gobierno de coalición. Para lograrlo esta vez necesitarán apoyo extra de diversas formaciones de Galicia, País Vasco y Cataluña: sumar el escaño del BNG gallego, los 5 del Partido Nacionalista Vasco y los 6 del partido independentista EH Bildu, los siete diputados de Esquerra Republicana de Catalunya y, al menos, la abstención del nacionalista Junts per Catalunya. La tarea no es nada sencilla.

Celebra AMLO resultados en España

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró los resultados de las elecciones en España y, sobre todo, que la ciudadanía del país ibérico lograra con su voto frenar la entrada de la extrema derecha al poder. “Los españoles volvieron a demostrar que tienen alma libertaria y que no quieren el autoritarismo, mucho menos el fascismo que se padeció durante la dictadura de Franco”, refirió el mandatario.