Pese a que la labor periodística necesita situarse en un campo objetivo para ejercer su oficio, en muchas ocasiones esta objetividad se ve comprometida por los intereses de los financiadores y de los intereses de grupo. Tal es el caso de la así llamada Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y las investigaciones que han realizado desde su creación, para las cuales han recibido financiamiento de agencias extranjeras como USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, por su traducción al español), así como de fundaciones empresariales mexicanas.

Registrada en 2017, su presidente fundador fue el empresario Claudio X. González Guajardo, también co-fundador y ex-presidente de Fundación Televisa y funcionario público durante las administraciones de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, tanto en la Secretaría de Agricultura como en la Secretaría del Trabajo. Con un pie en el poder económico y otro en el poder político del viejo régimen, quien también fuera líder del Consejo Mexicano de Negocios y del Consejo Coordinador Empresarial, busca ahora denunciar la corrupción del sistema político del cual ya no forma parte y en el que tiene nula influencia.

De acuerdo a su portal en internet, su Asociación Civil busca atacar “la corrupción e impunidad sistémicas que prevalecen en los sistemas público y privado de nuestro país”; sin embargo, ninguna de sus investigaciones ha centrado sus esfuerzos en las empresas privadas que forman parte del Consejo Coordinador Empresarial, muchas de las cuales se benefician las fallas estructurales, tales como la contratación subrogada (outsourcing), la evasión fiscal, el acaparamiento, el despojo de tierras o el ataque a ambientalistas. Por el contrario, sus investigaciones se centran exclusivamente en minar la credibilidad de la actual administración de cara a la sociedad.

Además del financiamiento de la agencia estadounidense, MCCI recibe financiamiento de otras fundaciones como Kaluz y Maelva, de Antonio del Valle Perochena y Valentín Diez Morodo, respectivamente, de acuerdo a lo investigado y publicado por Nancy Flores en la revista Contralínea. Ambos financiadores pertenecen también a la élite empresarial de México, élite que se opuso durante años a temas como el incremento al salario mínimo o a la participación del Estado en el mercado, ambas políticas esenciales del neoliberalismo practicado durante más de 30 años por las administraciones del PRI y del PAN.

Esta cercanía histórica entre actores de la ahora autonombrada “sociedad civil”, surgida del sector empresarial, y los hoy partidos de la oposición conformada por el PRI, PAN y PRD, resulta importante toda vez que la evidente conjunción de su agenda busca imponerse en el panorama informativo nacional y no es otra sino generar desconfianza por las acciones del actual gobierno encabezado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Bajo el esquema de una Asociación Civil “sin fines de lucro” y sin filiaciones partidistas, como suelen promoverse, difunden sus investigaciones en todos los medios de comunicación masivos a su alcance que poco o nulo cuestionamiento realizan sobre la forma en la que obtienen los recursos para realizar sus actividades.

En este sentido, resulta relevante su empeño por silenciar la tribuna presidencial desde la cual se defiende el proyecto de nación y se revela información que no suele ser difundida por los medios de comunicación corporativos y hegemónicos. Como ejemplo se encuentra la denuncia interpuesta por  MCCI ante el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) para que este instituto prohibiera al Presidente “divulgar y/o publicar” los pagos o donativos realizados a la A.C. por parte de las agencias extranjeras o fundaciones nacionales.

La denuncia se presentó luego de que el Presidente hiciera pública, en Mayo de 2021 durante su Conferencia Matutina, facturas a favor de MCCI por parte de USAID. Información que ha sido confirmada en Febrero de 2023 por la agencia extranjera a través de su portal de internet, por lo que la independencia de esta A.C. se ve comprometida.

Tras estas revelaciones hechas por el primer mandatario del país, debemos tener presente que la claridad en las fuentes de financiamiento de los medios de comunicación es importante para que los ciudadanos podamos entender los sesgos que pueda haber en la información que nos proporcionan. En este mismo sentido, conocer los intereses históricos que han tenido estos grupos de élite nos ayuda a mantenernos críticos frente a cada investigación, reportaje u opinión vertida en medios, que pretenden hacer surgir de un “auténtico” interés ciudadano por combatir la corrupción.