07/11/2024 (Ciudad de México). De diciembre de 2023 a noviembre de 2024 el número de migrantes que llegan a la frontera entre México y Estados Unidos se redujo en un 76%, así lo informó el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, durante la “mañanera del pueblo” de la presidenta Claudia Sheinbaum. La revisión de estas cifras se da en el contexto del triunfo de Donald Trump por la presidencia de Estados Unidos y la postura que ha mantenido frente a la migración.
De acuerdo al canciller De la Fuente, “este dato es realmente muy importante, porque lo que muestra es que el modelo que propuso México tiene muchísimos elementos que ahora no es el momento de discutir, pero el modelo está funcionando y queremos que siga funcionando”. Esta política, a la que se le ha denominado “Modelo Humanitario de Movilidad”, se basa en en medidas que arrancaron desde el sexenio pasado y que buscan atender las causas que originan la necesidad de migrar, así como apoyan a quienes ya lo han hecho para que puedan volver de manera segura a su hogar, abordando así el ciclo completo del fenómeno migratorio.
De la Fuente destacó que este enfoque ha sido innovador y efectivo, y que el gobierno continuará trabajando en esta línea para mejorar aún más la atención a los migrantes. El secretario señaló que se cuenta con la participación de la Comisión Intersecretarial de Atención Integral en Materia Migratoria (CIAIMM), la cual ha coordinado las acciones para atender el fenómeno migratorio en México, trabajando de manera multidisciplinaria y con la participación de diversas instituciones gubernamentales.
El fenómeno Trump en la frontera norte de México
En contraste con el enfoque humanitario de México, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado su compromiso de establecer una “frontera fuerte y poderosa” como una de sus principales prioridades al asumir su mandato en enero de 2025. En recientes declaraciones posteriores a la confirmación de su triunfo, Trump afirmó que no escatimará recursos para asegurar la frontera y que su administración implementará medidas estrictas para controlar la inmigración no documentada.
El magnate enfatizó que su enfoque para la frontera con México no es una cuestión de precio, sino una necesidad para la seguridad del país. Trump también ha prometido llevar a cabo una campaña de deportaciones masivas, lo que ha generado preocupación entre organizaciones civiles y expertos en derechos humanos.
Las políticas migratorias entre Trump y México
Durante el sexenio del presidente López Obrador, la relación entre México y Estados Unidos estuvo marcada por la cooperación en temas migratorios y comerciales, pero también por momentos de tensión debido a las políticas migratorias de la administración Trump. En este sentido, ambos presidentes lograron acuerdos importantes, como el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP) y la implementación de medidas conjuntas para reducir el flujo migratorio hacia Estados Unidos, cuyo enfoque humanitario desde México ha generado los resultados presentados por De la Fuente,
Sin embargo, la anterior retórica de Trump sobre la construcción de un muro fronterizo y las nuevas amenazas de imponer aranceles a productos mexicanos generan nuevas fricciones en la relación bilateral. A pesar de estos desafíos, la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confía en que el diálogo permita una buena cooperación.
El fenómeno migratorio desde la frontera sur de México
En medio de esta incertidumbre política, una nueva caravana de migrantes ha comenzado su travesía hacia Estados Unidos. Aproximadamente 3 mil personas partieron desde Tapachula, Chiapas, el 5 de noviembre con la esperanza de llegar a la frontera norte antes de la toma de protesta del presidente electo Donald Trump el 20 de enero del 2025
Los migrantes, provenientes de diversos países de Centro y Sudamérica, temen que las políticas migratorias de Trump, conocidas por su dureza y enfoque en la seguridad fronteriza, dificulten aún más su ingreso a Estados Unidos. La caravana se organizó bajo el lema “NO + SANGRE DE MIGRANTE”, reflejando la desesperación y el deseo de los participantes de buscar una vida mejor lejos de la violencia y la pobreza en sus países de origen.
Su recorrido incluye atravesar los puestos de control mexicano del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional, además de enfrentarse a las inclemencias del tiempo y la falta de recursos. A pesar de estos obstáculos, la caravana recibe apoyo de organizaciones civiles y comunidades locales que les proporcionan alimentos y asistencia médica.