15/11/2024 (Ciudad de México). La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que la mejor defensa para conservar la biodiversidad es elevar a rango constitucional la prohibición del maíz blanco genéticamente modificado. “Tenemos la obligación principal de que el maíz blanco que se siembra en México no sea transgénico, y eso va a quedar en la constitución, esa es la mejor defensa que tenemos para la conservación de la biodiversidad y de la salud”, sentenció la mandataria.
Por la próxima resolución del panel de controversia que solicitó Estados Unidos en el marco del T-MEC por la prohibición mexicana del maíz transgénico, la presidenta señaló que “ya se verá”, principalmente en la parte de maíz amarillo que alimenta a cárnicos y aves. “Pero la parte fundamental de la conservación del maíz, de nuestras razas de maíz, esa va a quedar en la constitución”, destacó Sheinbaum Pardo.
La iniciativa, recordó la presidenta, se encuentra en la Cámara de Diputados tras ser enviada por el expresidente López Obrador. Se trata de una de las reformas, junto a la de soberanía energética, más importantes del Plan C. El decreto fue aprobado en San Lázaro, en septiembre, y prohíbe el uso de maíz transgénico en todo el territorio nacional. En los próximos días, señaló Sheinbaum, se espera su aprobación.
El anunció se enmarca ante la posibilidad de que el gobierno mexicano pierda este arbitraje ante las empresas transnacionales de Estados Unidos, tal como anunció el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, durante una conferencia en el Colegio de México (COLMEX). El pasado 22 de octubre el gobierno mexicano recibió el “resultado preliminar”, y Ebrard recalcó que “todavía no termina el proceso, terminará el 14 de diciembre, pero a lo mejor nos lo ganan”. El ex canciller, hay que recordar, formó parte del equipo de López Obrador que renegoció el T-MEC con el gobierno de Donald Trump.
La ofensiva del gobierno de Estados Unidos y empresas transnacionales de aquel país ha sido constante desde que el gobierno de México emitió decretos para prohibir el uso de semilla de maíz transgénico para siembras agrícolas, debido a los riesgos que causa el glifosato y las semillas transgénicas asociadas a su uso. El país del norte ha considerado las medidas de México como “incompatibles con el T-MEC”. Las agroindustrias de ambos países han llegado a acuerdos con el Gobierno federal para prolongar hasta enero de 2025 los cambios.
A través de decretos, las administraciones de la Cuarta Transformación han mantenido su defensa del maíz que ahora se elevarán a rango constitucional. El primer decreto presidencial, impulsado por López Obrador, se emitió el 31 de diciembre de 2020 y el segundo el 13 de febrero de 2023, con los cuales se busca evitar que los maíces nativos se contaminen con transgénicos.
A través de ellos, programas como Producción para el Bienestar y Sembrando Vida evitan el uso de maíces transgénicos y glifosato en campos mexicanos. Estos decretos consideraron, por primera vez, una diferencia entre el maíz amarillo, tradicionalmente usado como alimento para animales, y el blanco, utilizado para consumo humano.
México importó en 2023 más de 18 millones de toneladas, casi todas de grano amarillo destinado a forraje, y algo menos de 2 por ciento de maíz blanco, para el consumo humano.