28/10/2024 (Ciudad de México). Los comuneros que defienden el Bosque de Mezquital, en Durango, han denunciado amenazas de muerte tras mantener bloqueados los caminos de acceso para impedir el paso de camiones con madera producto de la tala desmedida.
Desde el pasado viernes 25 de octubre, habitantes de la localidad La Guajolota, perteneciente al municipio de Mezquital, Durango, comenzaron a realizar día y noche bloqueos. Denuncian la tala desmedida de árboles, lo que califican como “robo y abuso”, que no sólo daña al ecosistema y el medio ambiente, sino que también compromete el futuro de las próximas generaciones.
Las amenazas de muerte y otros actos intimidatorios han generado un ambiente de inseguridad y temor entre los defensores del bosque, por lo ya han pedido el auxilio de las autoridades a quienes han llamado a proteger el bosque. Hasta el momento, las autoridades locales y federales aún no han tomado medidas concretas para garantizar la protección de los y las activistas.
Los antecedentes de la tala clandestina
De acuerdo a Román Galán, delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la zona, en junio de 2023 la dependencia federal generó un “programa de manejo forestal autorizado para que se lleve a cabo (la tala) debidamente conforme a las disposiciones normativas en materia de la Ley General de Desarrollo Forestal”.
Sin embargo, luego de esta autorización, los comuneros denunciaron, en Mayo de 2024, que la aprobación por parte de las autoridades fue hecha sin consultarla con la población y sin exhibir los documentos que avalen dicha acción y acuerdo. De manera directa, acusan de esto al Comisariado de Bienes Comunales, quien en su momento argumentó supuestos beneficios para las comunidades, como generación de puestos de trabajo, tratamiento adecuado del agua y recursos económicos, pero nunca esto nunca se ha concretado, al contrario, la tala realizada se realiza fuera de la norma legal y con un peligro latente al ecosistema.
De acuerdo a Jesús Cortez, habitante de la comunidad de La Guajolota, de los tres mil pobladores que viven entre La Guajolota, Santa María de Ocotán y localidades circundantes, sólo unas 10 personas están de acuerdo con la tala, las mismas personas que se asumieron como representantes de las comunidades, pero sin consenso, y que firmaron dicha aprobación. Frente a la tala desmedida y clandestina, la comunidad realizó, con éxito, un primer bloqueo en la zona en Mayo de este año, pero desde aquel momento los habitantes ya advertían la posibilidad de que estos grupos de tala clandestina regresaran al bosque.
La problemática persiste en el bosque del Mezquital
Actualmente, ante los avisos a las autoridades locales, ésta se ha hecho presente, pero únicamente para cancelar el bloqueo y permitir la salida de los camiones ya cargados con la madera. Frente a esta situación los comuneros solicitan todo el apoyo posible ante las amenazas de muerte que han recibido de manera directa.
Por este conjunto de acciones, los comuneros también solicitan la intervención del gobierno federal para investigar y sancionar a los responsables de las amenazas y la tala ilegal. Además, han pedido que se revise la concesión de permisos de aprovechamiento forestal en áreas históricamente afectadas por la tala clandestina y han instado a que se declare todo el territorio del Bosque de Mezquital como de seguridad nacional y que el Ejército Mexicano resguarde los bosques.
La tala ilegal en la Sierra de Mezquital ha tenido un impacto devastador en el ecosistema local. Según la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), se han derribado más de 80 metros cúbicos de madera, incluyendo no sólo árboles de pino, sino también de encino, tascate y madroño.