La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ofreció una disculpa pública a víctimas y familiares de la masacre del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas y reconoció a nombre del estado mexicano su responsabilidad en este crimen de lesa humanidad.

02/10/2024 (Ciudad de México). Luego de mil 438 conferencias matutinas ofrecidas por el ahora ex presidente López Obrador, esta mañana, segundo día de su mandato, la presidenta Claudia Sheinbaum inició y dio continuidad al ejercicio informativo matutino por parte del Gobierno Federal para informar a la población.

Como primer acto durante su conferencia matutina, señalada por la misma mandataria como “la mañanera del pueblo”, la doctora Sheinbaum recordó “2 de Octubre no se olvida”.

A 56 años de la masacre en Tlatelolco ordenada por el Estado mexicano de 1968 y perpetrada por el Ejército, la primera mandataria del país firmó un decreto en el cual se “reconoce políticamente que los actos de violencia gubernamental perpetrados el 2 de Octubre de 1968 en contra de integrantes del heroico movimiento estudiantil fueron constitutivos de un crimen de lesa humanidad”. Hasta la fecha, si bien el ex presidente Díaz Ordaz se responsabilizó por los hechos, el Estado mexicano no había reconocido este crimen de lesa humanidad ni la participación real en el mismo.

El 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, Ciudad de México, miles de estudiantes se reunieron para protestar pacíficamente en favor de la democratización y en contra de la represión gubernamental. Sin embargo, la manifestación fue brutalmente reprimida por el Ejército y las fuerzas de seguridad, resultando en un número hasta ahora desconocido de muertos, heridos y desaparecidos.

Como parte de este reconocimiento, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, en representación del Estado, ofreció una disculpa pública y declaró que: “Hoy, en este acto, nos dirigimos a las madres, a los padres, a los hermanos, a las familias y también a los sobrevivientes de aquel oscuro periodo, pues son ellos quienes se encargaron de mantener viva la memoria de aquellas atrocidades, y continuar con la lucha y la exigencia de justicia”.

Entre los considerandos para este decreto, la consejera jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, señaló que “el movimiento estudiantil y popular del fue precursor del proceso de democratización y expansión de las libertades democráticas que se vive actualmente en nuestro país”. En el mismo sentido, Sheinbaum Pardo agregó que el movimiento del 68 “abrió la puerta a la aproximación política de muchos jóvenes y para un país más democrático. El triunfo de ese movimiento fue el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018, que recupera democracia, libertades y justicia”.

La juventud rebelde

Para conmemorar esta trágica violación a los derechos humanos, en el salón de la Tesorería también estuvo presente Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y quien fuera parte del movimiento estudiantil y preso en Lecumberri junto a más de 500 compañeros de lucha. Durante su participación, Pablo Gómez afirmó que “los enemigos del 68 eran los que no son demócratas, los que se oponían al ejercicio de las libertades democráticas, los que creían que la libertad iba a llevar a una situación de ingobernabilidad” y reiteró que la 4T es heredera de este movimiento.

Por su parte, Sheinbaum declaró que ella es “hija del 68”, pues si bien no participó directamente en el movimiento por su corta edad, su madre perdió su empleo como maestra en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) por apoyar esta lucha democrática y junto a ella, con seis años, visitó la cárcel de Lecumberri para atender a estudiantes injustamente presos. A pregunta expresa por parte de la prensa presente sobre las causas vivas de la actual juventud mexicana, la mandataria destacó que en primer lugar es importante conocer la historia, pues de no hacerlo ésta puede ser manipulada. Como ejemplo, señaló que aquella época hubo quienes señalaban que el movimiento estudiantil era impulsado por fuerzas extranjeras.

De esta manera, recordó que la principal demanda de ese entonces era la no represión y la democracia, lo que actualmente ya se vive en México, por lo que le recomendó a las y los jóvenes de hoy a que “que siempre estén cerca del pueblo y que luchen siempre por la justicia”.