24/09/2024 (Ciudad de México). En Sri Lanka, un país ubicado al sudeste de India, en una isla que tiene 22 millones de habitantes, la coalición “Poder Popular Nacional” ganó las elecciones presidenciales, llevando al gobierno a Anura Kumara Dissanayake. 

El nuevo presidente es líder de un partido marxista llamado Janatha Vimukthi Peramuna (JVC) que significa “Frente Popular de Liberación”, definido como comunista y que en coalición logró el 42% de los votos. Aunque es un triunfo político que marca la culminación de su vida revolucionaria, escribió Dissanayake en su cuenta de la red social X: “La victoria nos pertenece a todos. Juntos, estamos listos para reescribir la historia de Sri Lanka”.

Sri Lanka logró su independencia el 4 de febrero de 1948, luego de que el Imperio Británico quedara muy debilitado tras la segunda guerra mundial, y los ingleses se retiraran de India y de todo el sur de Asia. Sin embargo, el primer gobierno independiente estuvo todavía dominado por la élite esrilanquesa de habla inglesa, que se había constituido en una burguesía que logró prosperar por el comercio con Europa.

Luego de que otros sectores sociales -como la pequeña burguesía y los campesinos- se organizaran políticamente y derrotaran en 1956 a aquella élite, procedieron a efectuar una serie de reformas sociales, pero también modificaron la cultura al establecer el singalés como el idioma oficial. El efecto de esa reforma lingüística fue rebelar a la minoría de los Tamiles, que representa el 25% de la población, por lo que comenzó una larga guerra civil de décadas.

En Sri Lanka el movimiento comunista siempre fue muy fuerte, al punto de que fueron surgiendo grandes partidos políticos que reeditaban las grandes divisiones ideológicas de la primera mitad del siglo veinte, entre estalinistas y troskystas, vale decir los que aplicaban las ideas de Iosif Stalin y las de León Trotsky. O las disputas en la segunda mitad del siglo veinte entre moscovitas y pekineses, vale decir los que seguían las líneas de la Unión Soviética y los que seguían los dictados de la China de Mao Tse Tung.

El ya mencionado partido JVC fue fundado en 1965, tomando por base laexperiencia de la Revolución Cubana y las ideas del comandante Ernesto Che Guevara. Luego de un período de seis años de trabajo en las comunidades campesinas, en abril de 1971, intentó la JVC tomar el poder por la vía armada, pero fue derrotada. 

En la década de los ochenta del siglo veinte, vencidas las guerrillas comunistas, se instauró un gobierno de derecha con el apoyo político y militar de India. Se restituyó el idioma tamil y el inglés, y el régimen trató de resolver la cuestión tamil otorgando autonomía a esa nación. Pero la estabilidad sólo duró mientras el ejército hindú se mantenía en Sri Lanka; una vez que se retiró en 1990, comenzó nuevamente la guerra civil en el norte y el este de la isla, que pretendían convertirse en el país Tamil. 

Las Fuerzas Armadas de Sri Lanka derrotaron a la guerrilla de los “Tigres de la Liberación de Tamil” en la década de los noventa. El año 2000 fue el último intento por alcanzar un acuerdo entre mayorías y minorías nacionales, con la propuesta de conformar un Estado Plurinacional de tipo Confederado, pero esa solución estructural fracasó por la oposición de la derecha nacionalista cingalesa.

A fines del 2004, Sri Lanka sufrió los impactos de un maremoto (tsunami) que devastó el país, dejando más de 30.000 muertos. Desde entonces, el país no puede superar la crisis económica agravada por el desastre humanitario.

La última década estuvo marcada por el intento de establecer un modelo neoliberal en la isla, acordando el “Partido de la Libertad” y el “Partido Nacional Unido”, con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un duro programa de ajuste queaplicaron varios gobiernos liberales y el último conservador, del presidente Ranil Wickremesinghe, que precedió al triunfo de la izquierda.    

La resonante victoria de Dissanayake se explica por la crisis financiera que atraviesa el país, el fracaso de los gobiernos burgueses, tanto liberales como conservadores, y la esperanza que genera un liderazgo de izquierda tan decidido en sus principios transformadores, como coherente con su origen popular y plebeyo, que decidió disputar electoralmente el poder. 

Dissanayake, de 55 años, tras vencer en los comicios el sábado pasado, deinmediato asumió la presidencia ayer lunes, anunciando grandes cambios en la política económica y una orientación favorable a los sectores populares de bajos ingresos.