28/08/2024 (Ciudad de México). En Bogotá, el presidente Gustavo Petro alcanzó un acuerdo con los poderosos empresarios financieros de Colombia, al comprometerse los Bancos que dirigen a canalizar durante el próximo año y medio, 14.000 millones de dólares en créditos productivos a cinco rubros estratégicos de la economía (vivienda, transición energética, industria, agricultura y turismo).

Con este acuerdo entre el gobierno de izquierda y los representantes del capital financiero, que fue calificado como un “acuerdo entre diferentes” por analistas económicos al momento de ser presentado públicamente, podrá el ejecutivo colombiano alinear la oferta crediticia bancaria en función de las necesidades de inversión productiva en los mencionados sectores. Por el momento, las condiciones crediticias (montos, plazos, intereses, garantías) las va a definir la propia Bancaprivada, pero lo hará en una competencia entre operadores públicos y operadores privados. 

A nivel nacional existen importantes entidades financieras que son del Estado, como por ejemplo el “Banco Agrario de Colombia” o el “Bancoldex”, entidades que el programa de gobierno de Gustavo Petro plantea fortalecer, además con la creación de otros bancos públicos de desarrollo, que ofrezcan plazos de pago más largos, garantías más accesibles e intereses más bajos. Pero, con todo y lo importantes que son estas entidades financieras estatales, no alcanzan a cubrir las cantidades dinerarias para que se conviertan en capital que son requeridas. 

Para movilizar esos 14.000 millones de dólares, que son recursos económicos que se requieren para implementar el Plan Nacional de Desarrollo denominado “Colombia, potencia mundial de la vida”, es fundamental la Banca Privada. En Colombia hay enormes entidades financieras como el “BanColombia”, que tiene un portafolio de 16 millones de usuarios sólo en territorio nacional, además deinversiones en otros países de América Latina. Está también el “Banco Caja Social”, que originalmente surgió en 1911 de entidades cooperativas obreras, hasta que el año 2005 se fusionó con otros capitales privados, convirtiéndose en un banco empresarial.  

Un aspecto muy importante a resaltar de este entendimiento logrado por Petro, es que incluirá el acceso a los créditos para la población trabajadora que es parte del sector social y solidario de la economía, también conocida como el sector de la economía popular (que no es estatal, pero tampoco, en sentido estricto, capitalista empresarial). 

En el nuevo modelo económico que postula el presidente de izquierda, es fundamental el tránsito desde una economía extractivista (fundamentalmente basada en el petróleo) a una economía productiva basada en el respeto a la naturaleza. Esto supone fuertes inversiones en energías limpias, dejando los energéticos a base de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) que emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero. No es exagerado decir que, de todos los presidentes de ideología de izquierda en América Latina, Gustavo Petro es el más decididamente ecologista, dentro de su proyecto al que comienza a denominarle Humanismo Socialista.

En base a este entendimiento alcanzado en un largo diálogo con los banqueros en el Palacio de Nariño, el gobierno de izquierda se ha comprometido a no presentar al Congreso un proyecto de ley que buscaba que los Bancos destinen la misma cantidad de recursos financieros en líneas de crédito destinadas a los mencionados sectores, pero de manera obligatoria y forzosa. 

Esta “concertación por el crédito” ha sido resaltada por Petro como el primer paso hacia el gran acuerdo nacional transformador que propuso al pueblo colombiano.Es también la primera muestra que da de que, así como tiene gran capacidad de convocatoria popular en apoyo a sus reformas sociales, también puede lograr concertaciones con el gran capital privado, sin por ello abandonar su proyecto transformador.