12/08/2024 (Ciudad de México). Este domingo 11 de Agosto Alejandro Moreno consumó su reelección como presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para el periodo 2024-2028. Este proceso, que ha sido calificado por muchos como una “farsa democrática“, ha generado una ola de críticas y controversias dentro y fuera del partido; además de que han señalado a Moreno de corrupto y de ser el enterrador el otrora partido hegemónico de México.

Esta reelección se realizó con un proceso exprés que duró apenas 36 días. A la votación únicamente acudieron 448 consejeros de los más de 600 en todo el país. Como resultado, el también ex gobernador de Campeche obtuvo 440 votos, lo que representa el 97% de los sufragios, mientras que su única oponente, Lorena Piñón, actual diputada y secretaria de gestión social del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, sólo obtuvo ocho votos.

El proceso ha sido cuestionado por su rapidez y por las reformas estatutarias que permitieron la reelección, ya que éstas recién fueron aprobadas en Julio y le permitiría al actual dirigente mantenerse al frente de su partido político hasta 2032. Dichas modificaciones también han sido señaladas de ilegales por varios críticos dentro del partido, lo cual ha causado rupturas dentro de esta agrupación política.

En los últimos cinco, desde que Moreno asumió la dirigencia, más de 300 militantes del tricolor han renunciado al partido, entre ellos, figuras como Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu y Eruviel Ávila.

Primeras declaraciones de Moreno

Tras su reelección, Alejandro Moreno ofreció un discurso en el que reconoció la crisis que atraviesa su partido y la poca representación que obtuvo en el Congreso. Además, también se posicionó frente a uno de los principales temas en la agenda pública, la reforma al poder judicial. Al respecto, el campechano afirmó que “el PRI no apoyará reforma alguna al Poder Judicial que busque mermar su independencia, debilitarlo frente al resto de los poderes constituidos”, y se mostró a favor del actual “sistema de pesos y contrapesos institucionales”.

De acuerdo a las proyecciones para la conformación del Congreso, el PRI únicamente contaría con 33 diputados y 17 senadores, esto es, apenas el 6.6% y el 13.2% en cada cámara, respectivamente, por lo que su relevancia en el poder legislativo se torna anecdótica. Se destaca que el total de escaños obtenidos en estas elecciones por el tricolor es incluso menor al obtenido por los partidos de la izquierda histórica mexicana cuando el PRI era el partido hegemónico de México.

No vamos a ocultar que el partido se encuentra en la posición más compleja que hemos tenido en nuestra historia. Tampoco negaremos que el partido ha perdido terreno, apoyo popular y cargos de representación”, reconoció el dirigente priista.

Polémica y críticas dentro y fuera del partido

La reelección de Moreno ha sido motivo de fuertes críticas por parte de expresidentes del PRI como Dulce María Sauri, Enrique Ochoa y Pedro Joaquín Coldwell. Estos líderes han cuestionado la permisividad de las autoridades electorales, tanto del Instituto Nacional Electoral (INE) como del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), ante lo que consideran un “atraco” al partido.

Dentro del PRI las opiniones están divididas. Mientras que algunos militantes apoyan la continuidad de Moreno, otros consideran que su liderazgo ha llevado al partido a su peor momento electoral. Carolina Viggiano, secretaria general del PRI y compañera en fórmula para esta elección interna, ha expresado su apoyo a Moreno, destacando la necesidad de unidad para enfrentar los desafíos futuros.

Por otro lado, críticos como Lorena Piñón han señalado que el proceso de reelección fue una simulación y han presentado impugnaciones ante el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral. Éstas se basan en la presunta ilegalidad de la convocatoria a la Asamblea Nacional y las reformas estatutarias aprobadas en ella.

Actualmente, las autoridades electorales aún tienen pendiente resolver las impugnaciones y quejas presentadas por los detractores de la dirigencia de Moreno. La resolución de estas instancias será crucial para determinar la legalidad del proceso de reelección y podría tener un impacto significativo en el futuro del PRI, el cual parece seguir el mismo camino que años antes comenzara el Partido de la Revolución Democrática (PRD).