13/06/2024 (Ciudad de México). De no lograrse el rescate de los 63 mineros sepultados en la mina Pasta de Conchos durante la actual administración federal, éste pendiente quedaría en manos del próximo gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum. Así lo refirió el presidente López Obrador durante su habitual conferencia matutina. Además, señaló que ambos acudirán a la mina este viernes 14 de Junio como parte de la agenda de transición.

Esta declaración se da luego de que autoridades federales notificaran a las viudas y familiares de los mineros sobre el hallazgo de los primeros restos humanos en la mina de carbón. Entre las dependencias encargadas se encuentran la Secretaría de Gobernación, la ​​Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

De acuerdo al informe, el hallazgo se realizó en una de las galerías ubicada a 146 metros de profundidad, donde “no se identificó que hubiese tenido lugar una explosión como en su momento lo señalaron las autoridades correspondientes”. Luego de este descubrimiento, el material identificado será analizado para obtener los peritajes correspondientes que permitan determinar las causas del accidente.

La tragedia en esta mina de carbón tuvo lugar durante la madrugada del 19 de Febrero de 2006. Posterior al evento, las autoridades de aquel entonces determinaron que la acumulación de gas metano provocó una fuerte explosión debido a la nula ventilación, aunado a las fallas de seguridad al interior.

Ante los indicios sobre la inexistencia de una explosión, López Obrador declaró que “todavía tenemos que esperar porque no sabemos qué sucedió en toda la mina, porque es como el inicio la exploración, es lo primero, falta todavía mucho trabajo”, pero aseguró que su prioridad es recuperar los cuerpos de los mineros.

La responsabilidad de Grupo México

Inicialmente, Grupo México, dueño en ese entonces de la concesión para explotar la mina, quedó a cargo de la recuperación de los cuerpos, sin embargo, luego de un año y con sólo dos cuerpos encontrados, suspendió todo intento de rescate y a la fecha ni la empresa, ni su dueño, han sido llamados a rendir cuentas sobre lo sucedido.

Por las investigaciones realizadas por la  Organización Familia Pasta de Conchos y el Equipo Nacional de Pastoral Laboral, se encontró que en esta mina ubicada en el municipio de San Juan de Sabinas, en Coahuila, se trabajaba en minas semi-clandestinas sin inspección regulatoria alguna; que la infraestructura construida para la extracciones de los minerales era precaria e insuficiente para la contención de derrumbes; que el equipo de los mineros no contaba con las especificaciones mínimas de la normatividad en la materia; además de que los mineros se encontraban subcontratados y con un sueldo inferior a lo estipulado para este tipo de actividad especializada.

Pese a la intervención de organismos nacionales e internacionales en derechos humanos, el caso no logró avance alguno durante las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Recientemente, en 2020, Grupo México devolvió la concesión “Los Olivos”, donde tuvo lugar el accidente. Tras esto, el presidente López Obrador ordenó que se iniciara el rescate de los cuerpos, esto con ayuda de un grupo de expertos internacionales y con la Comisión Federal de Electricidad a cargo de la labor.

Familiares claman justicia y no repetición

Entre las demandas hechas por los familiares de los mineros sepultados también se encuentra fincar responsabilidades a los administradores de esta concesión por su probable omisión en cuanto a las medidas de seguridad. Además, han pedido que se tomen acciones pertinentes con miras a la no repetición de este tipo de accidentes.

Grupo México no sólo es responsable por su sucedido en Pasta de Conchos, también lo es por el accidente en la mina de “El Pinabete”, donde 10 mineros fallecidos quedaron sepultados en las entrañas del pozo de carbón en Agosto de 2022. Junto a estos dos accidentes, la empresa de Germán Larrea también ha sido señalada como responsable por el derrame de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés, la contaminación al Río Bolaños en Jalisco, la contaminación con sulfato de cobre en los ríos Sonora y Bacanuchi, el derrame de cianuro, sulfato de cobre y sulfato de zinc en un río de Sombrerete, Zacatecas, entre tantos otros relacionados por sus actividades mineras.

Pese al actual avance en el rescate de los cuerpos de los mineros en Pasta de Conchos, principal exigencia de sus familiares, múltiples voces han destacado el manto de protección del que ha gozado Germán Larrea durante estas décadas, tanto por el Poder Judicial como por el Poder Ejecutivo de sexenios anteriores.

Con todos los daños causados por Grupo México en contra de la población y del medio ambiente se resalta la impunidad para Germán Larrea, el segundo hombre más acaudalado de México y ello gracias a las concesiones otorgadas por el Estado mexicano a sus empresas, la mayoría de ellas facilitadas durante el periodo neoliberal de México.

Larrea pertenece al grupo de empresarios que, a través de sus múltiples empresas en la Bolsa Mexicana de Valores y en otras  bolsas del mundo, pueden influir en las finanzas nacionales y en el tipo de cambio de la moneda.