28/03/2024 (Ciudad de México). En búsqueda de justicia para su amiga Paola Buenrostro, asesinada el 30 de septiembre de 2016 en la Ciudad de México, Kenya Cuevas ha tocado puertas y ha tomado las calles. En su arduo camino de lucha ha logrado acompañar a 66 mujeres trans asesinadas y dar con el paradero de la mayoría de sus familiares para entregarles el cuerpo. “He logrado entregar a muchas familias sus cuerpos de mis hermanas, sin embargo, 11 de ellas pues de plano yo quedé como parte legal de estos cuerpos y que se van a trasladar al mausoleo que construí”, detalló a De Raíz, y urgió a que se analice y apruebe la Ley Paola Buenrostro porque forma parte de la justicia restaurativa a las víctimas y sus familias.
Con esta ley se busca tipificar el transfeminicidio, además de que contempla garantizar la justicia restaurativa para las víctimas, a través de la reparación de daños, y el reconocimiento de las familias elegidas de las personas trans.
El pasado 25 de marzo, durante la conferencia de prensa encabezada por Temístocles Villanueva, diputado local de Morena, se anunció que la Ciudad de México busca ser la segunda entidad en donde se apruebe esta ley luego de que Nayarit se convirtió en la primera, a nivel nacional, en hacerlo.
El diputado morenista explicó que es la segunda vez que se entrega al congreso local, luego de que una anterior no logró ser dictaminada. En esta ocasión la iniciativa de ley retoma las voces de activistas y sobrevivientes, además de que se construyó con base en la recomendación 02/2019 que hizo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por el caso de Paola Buenrostro.
“Buscamos que la justicia restaurativa sea parte del proceso que viven las compañeras trans, para incluir conceptos como identidad de género y expresión de género, mandatar la obligatoriedad del protocolo de atención para las personas LGBTTTIQ+ y facilitar la entrega de restos mortales de la familia elegida”, sostuvo el diputado morenista.
La iniciativa de Ley Paola Buenrostro contempla la dignidad de las víctimas
La iniciativa de ley Paola Buenrostro contempla, entre otras cosas, la reforma de diversos artículos del Código Civil, del Código Penal, de la Ley Orgánica de la Fiscalía General y de la Ley de Víctimas de la Ciudad de México, para que se tipifique el transfeminicidio y las instituciones de impartición de justicia apliquen el protocolo de atención a víctimas con perspectiva de género y derechos humanos.
Asimismo contempla que las víctimas directas e indirectas tengan garantía para la reparación de los daños. Pero un punto relevante que se destaca es facilitar la entrega de restos mortales de la familia elegida, porque las personas trans al ser rechazadas en su núcleo familiar encuentran en otras compañeras a una familia. Cuando son asesinadas estas personas atraviesan una odisea para lograr dar digna sepultura.
Sin esta ley, afirman diversas voces, la discriminación permanece aún después de la muerte.
Esta lucha la conoce bien Kenya Cuevas, directora de la Casa de las Muñecas Tiresias AC, quien, el pasado 14 de septiembre de 2023, inauguró en el Panteón Civil San Lorenzo Tezonco, en la alcaldía Iztapalapa, el primer Mausoleo para Personas Trans en el país. Una estructura de concreto que alberga 142 nichos, espacio para seis ataúdes y un altar.
A este lugar fueron trasladados los restos de su amiga Paola Buenrostro, por lo que la ley lleva su nombre en homenaje. El mausoleo es un proyecto impulsado por la activista, que contó con apoyo de la Fiscalía General de la Ciudad de México, y se construyó en un espacio donado por Clara Brugada cuando era alcaldesa de Iztapalapa.
“Es la forma de dignificar a nuestras hermanas, reconocer sus identidades y recordar sus memorias como todos nos lo merecemos. A lo largo de estos años he acompañado a 66 hermanas, de esas 66, me he dado a la tarea de buscar a los familiares directos”, compartió a De Raíz.
Kenya Cuevas relató que en muchos casos ha logrado encontrar a las familias y les ha entregado los cuerpos. En otros, prevalece la discriminación en el seno familiar, lo que llevó a sus compañeras a alejarse de sus hogares y por lo cual las desconocen aún en la muerte.
Por esa razón, en once de ellos, Kenya ha quedado como parte legal y próximamente trasladará sus restos al mausoleo, el primero de su tipo en México.
El odio y la transfobia matan
Esta ley se presenta en un contexto en donde los transfeminicidios han ido en aumento: México ocupa el segundo lugar a nivel mundial por transfeminicidios, sólo después de Brasil. El observatorio internacional Trans Murder Monitoring estima que, entre 2017 y 2018, se cometieron 71 asesinatos de personas trans en México.
Desde 2015 hasta 2022 la organización Letra S ha documentado 385 homicidios de mujeres trans. Aunque el transfeminicidio no está tipificado en el Código Penal mexicano, desde junio de 2019 existe la agravante por crimen de odio motivado por prejuicios y aversiones hacia una persona por su orientación sexual o identidad de género.
Quienes se ven mayoritariamente afectadas por este tipo de delito son las mujeres trans, quienes tienen una esperanza de vida de 35 años, mientras que el de la población en general es de 77. Según Letra S, el 57% de los homicidios se concentran en mujeres trans.
Por su parte, el Centro de Apoyo a las Identidades Trans, entre 2007 y 2023, registró 751 crímenes contra personas trans en el país. Esta organización ha documentado que Veracruz, Guerrero, Estado de México, Chihuahua y Ciudad de México son las entidades que tuvieron mayor cantidad de estas muertes violentas.
Sin embargo, se estima una cifra negra de víctimas, por lo que podría ser hasta 3 veces mayor.
Además las mujeres trans son quienes, mayoritariamente, ejercen el trabajo sexual lo que refuerza la discriminación social hacia ellas. “Más del 50% de crimenes violentos a mujeres trans es a mujeres que ejercen el trabajo sexual en vía pública. Nos da un marco de referencia para darnos cuenta que la interseccion entre trabajo sexual y ser una mujer trans te coloca en un lugar de vulnerabilidad. Hay mucha revictimización, mucha criminalización”, comparte a De Raíz Natalia Lane, activista, trabajadora sexual y sobreviviente a un intento de transfeminicidio en enero de 2022.
Natalia recuerda que en su caso la carpeta ya está judicializada y también hay una persona vinculada a proceso, pero se ha enfrentado a discriminación y violencia institucional por parte del Poder Judicial.
Las activistas coinciden en que la capital tiene una oportunidad histórica para tipificar el transfeminicidio: “Es un mensaje de que cualquier persona que violente o trate de acabar con la vida de una persona trans va a tener consecuencias”, enfatiza Natalia Lane a este medio.
Valeria Fonseca, amiga de la activista trans Samantha Fonseca quien fue asesinada en enero de 2024, y que buscaba la senaduría por la bancada de Morena, actualmente tiene medidas cautelares y explica a De Raíz que el camino para buscar justicia no ha sido sencillo, pero que confía en que la lucha de las activistas rinda frutos con esta Ley.
Actualmente dijo que hay una persona detenida por el caso de Samantha, pero el camino es todavía largo: “Nunca ha existido la buena impartición de justicia para las mujeres trans. Por eso es que peleamos porque esto se logre tipificar. Somos seres humanos que merecemos una justicia digna”, sentencia a este medio desde la entrada principal al Congreso.