La inminente prohibición del glifosato abre la puerta para alcanzar nuevas medidas que privilegien los ecosistemas y la salud de la población. Así lo entiende la campaña Sin Maíz No hay País, mientras que el Gobierno Federal da pruebas del éxito en la transición agroecológica ordenada por el decreto presidencial de 2021.
27/03/2024 (Ciudad de México). El decreto emitido en 2021 por el presidente López Obrador que prohíbe el uso del herbicida más común, el glifosato, entrará en vigor el próximo 1 de Abril y presupone una serie de avances en materia ambiental y alimentaria.
Su inminente aplicación eleva las expectativas para lograr mayores avances en la prohibición de estos agroquímicos y la producción de cultivos libres que no dañen al medioambiente ni a los consumidores, como lo expone Víctor Manuel Chima Ortiz, integrante de la campaña Sin Maíz No Hay País, red de trabajo conformada por múltiples asociaciones.
Chima Ortiz, integrante de la campaña, recordó que en 2022 los senadores Nancy Sanchez Arredondo y Rafael Espino obstaculizaron la reforma a la Ley General de Salud en materia de Plaguicidas Altamente Peligrosos y Fomento a la Producción de bioinsumos, misma que habría “abonado en medida importante a que se cumpliera más rápido el decreto de eliminación progresiva de glifosato”.
Esto debido a que este agroquímico es tan sólo el más conocido y utilizado en la industria, pero hay otros herbicidas y plaguicidas “que también generan afectaciones a la salud en quienes produce en el campo y que incluso dejan residuos en los alimentos”, por lo que conmina a prohibir más plaguicidas nocivos como el Dicamba, el Ácido 2,4-diclorofenoxiacético y fomentar la producción de bioinsumos agroecológicos.
No obstante, Chima Ortiz, y la red de la que forma parte, reconocen como un logro la imposición de esta prohibición, pues con la transición agroecológica impuesta por el decreto la difusión en las prácticas de cultivo bajo este sistema, que ya realizaban muchos campesinos e indígenas en todo el país, ha podido ser visibilizada y difundida en mayor escala.
Hay condiciones para la prohibición del glifosato: Gobierno Federal
“La seguridad y soberanía alimentaria de México nunca ha dependido ni dependerá de un herbicida importado”, concluyó Víctor Suárez, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), luego de una amplia exposición sobre los avances logrados y el incremento de cultivos sin glifosato alcanzado durante el actual sexenio como parte de la transición agroecológica ordenada por el decreto presidencial.
Además, en compañía funcionarios de otras dependencias y especialistas en el sector, el subsecretario agregó que la seguridad alimentaria del país no estará en riesgo una vez que entre en vigor el decreto; y muestra de ello es la tradición milenaria de México y la suficiencia alimentaria que se mantuvo durante siglos previo a la existencia de los agroquímicos.
Esta conferencia de prensa y exposición de avances se da luego del comunicado conjunto emitido por tres secretarías de estado (Economía, Medio Ambiente y Agricultura) donde se afirmaba que “no se han concretado las condiciones para sustituir el uso del glifosato en la agricultura mexicana”.
Sin embargo, la postura de Víctor Suárez se mantiene firme, pues los argumentos presentados para su erradicación lo respaldan.
Entre los funcionarios presentes también se encontraban el vocero del Gobierno de la República; Jésus Ramírez; Elena Álvarez-Buylla, titular del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT); y Jorge Alcocer Varela, titular de la Secretaría de Salud.
Uso de glifosato, por razones ideológicas y económicas, no científicas
Los argumentos expuestos durante la conferencia de prensa son datos duros como la reducción efectiva (o incluso la eliminación completa) del glifosato por parte de pequeños y medianos productores, donde además se registró un aumento en los rendimientos de sus cosechas y una reducción en los costos de producción.
La importancia de este dato, advierte el Victor Suárez, está en que estos productores representan un 54% del valor de la producción agrícola nacional, contrario a la campaña a favor del agroquímico que desinforma y difunde que estos productores únicamente producen para el autoconsumo y que no representa más del 10% nacional.
Además, presentó una serie de gráficas donde se pone en evidencia que luego de la reducción drástica en la importación del glifosato en 2019, los principales cultivos como el café, la caña, los cítricos, el sorgo, el trigo y el maíz, no presentaron disminución en su producción.
Por su parte, los especialistas expusieron una serie de prácticas que funcionan con eficacia para prescindir del agroquímico, mismas que ya eran utilizadas con anterioridad al herbicida tóxico, que mantienen un ecosistema sano y que resultan necesarias frente al cambio climático originado por las distintas industrias a nivel mundial, incluida la agrícola.
Por todo esto, el subsecretario señala que el interés real de los grupos que promueven los agroquímicos, e intentan echar abajo el decreto presidencial, es de carácter ideológico y netamente económico, pues no hay evidencia científica que lo sustente.
Entre estos grupos se encuentran el Consejo Nacional Agropecuario, la Unión Mexicana de Fabricantes de Agroquímicos e incluso el gobierno de Estados Unidos que pretende imponer el consumo de maíz transgénico en México, pero también funcionarios del gobierno federal que mantienen sintonía con estos intereses. Sin embargo, afirmó que estas disputas son normales en el marco del proceso de transformación que ha impulsado el Presidente López Obrador desde 2018.