06/01/2024 (Ciudad de México). Integrantes del Frente por la Defensa de los Derechos de los Pueblos y Barrios Originarios de la Cuenca del Anáhuac protestaron frente a la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA) para señalar que la crisis hídrica que se vive en la capital se debe a la permisividad de autoridades a favor de megaproyectos inmobiliarios que consumen agua de manera excesiva.

Denunciaron que se otorgan facilidades de agua a los megaproyectos pese a que no existen acuíferos, ni cuencas capaces de soportar el alto nivel de estrés hídrico que generan estos Megaproyectos.

Mediante una marcha que partió de la Plaza Tlaxcoaque, decenas de integrantes de este Frente marcharon por Avenida 20 de Noviembre gritando consignas a favor del uso y cuidado comunitario del agua y contra el desarrollo de megaproyectos en la ciudad. Al llegar al Edificio de Gobierno de la Ciudad de México realizaron un mitin y entregaron un oficio dirigido al Gobierno de la capital, la SEDEMA, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) y la Secretaría de Desarrollo Urbano (SEDUVI).

Detallaron que de 2020 a septiembre del 2023 estas dependencias han autorizado de más de 50 megaproyectos. De acuerdo con estimaciones de ambientalistas, 13 de estos megaproyectos consumirán 9 millones 464 mil litros de agua al día.

Acusaron que la respuesta del gobierno de la Ciudad de México ha consistido en medidas que limitan el acceso del vital líquido por igual, cuando existen grandes consumidores de agua como lo son refresqueras y embotelladoras. Enfocándose en la realización de soluciones meramente técnicas, sin darle la dimensión necesaria a la crisis hídrica en la capital.

“Se podrán recuperar ríos, captar el agua de lluvia, evitar que el agua de lluvia se combine con el drenaje, reparar fugas, entre otras, pero sin atender los aspectos ecológico-políticos continuará el desabasto desigual. Ahorrar y recuperar fuentes de agua por sí mismo no asegura que las personas que menos tienen vayan a tener agua, si no se realizan medidas de forma simultánea para democratizar la gestión y su distribución», advirtieron en el oficio entregado.

Dentro de sus exigencias, señalaron la necesidad de que se nieguen las autorizaciones de impacto ambiental y urbano de las grandes construcciones que están en proceso.

Asimismo, demandaron no aprobar nuevas grandes construcciones y megaproyectos y que se establezca comunicación con la Comisión nacional del Agua (CONAGUA) para cancelar o modificar las concesiones de agua vigente otorgadas al sector industrial, comercial e inmobiliario.

Propusieron democratizar la gestión del agua a partir de la participación de pueblos, barrios originarios y ciudadanía de la capital mediante asambleas, comisiones o comités por unidad territorial, por alcaldías y a nivel ciudad.

Los manifestantes exhortaron a garantizar los derechos a la consulta y derechos territoriales de los pueblos y barrios originarios en la administración del agua, para evitar más saqueo ya que en muchas ocasiones el líquido se vine de sus territorios. También plantearon establecer consumos máximos para los grandes consumidores y propiciar que los tandeos sean equitativos, ya que sólo se aplican a colonias populares.

Además, pidieron garantizar la distribución por medio de la infraestructura hídrica y no por medio de pipas, ya que se han vuelto un mecanismo de control o uso electoral. También exigieron transparentar los consumos bimestrales de los grandes consumidores, así como el estado actual de cada pozo y realizar acciones urgentes para proteger los bosques, áreas verdes y humedales.

Finamente, solicitaron una reunión con autoridades de la SEDEMA, SEDUVI, SACMEX y el Instituto de Planeación, consiguiendo que se les agendara para el 12 de febrero.

Crisis hídrica en la Ciudad de México

De acuerdo con el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, el día cero para Sistema Cutzamala sería el 26 de agosto, lo que en un contexto electoral ha dado paso a la politización sobre el manejo de este recurso para la obtención de votos.

Frente a esta situación, la gestión del agua continúa estando bajo intereses empresariales, ya que vecinas y vecinos Santa Úrsula Coapa, que asistieron a la manifestación, denunciaron que el proyecto de remodelación del Estadio Azteca de cara mundial de 2026, con sede en México, Estados Unidos y Canadá, tiene contemplado construir una plaza comercial, un hotel y departamentos.

Asimismo, señalaron que Televisa, dueña de este estadio, obtuvo una concesión, que calificaron como arbitraria, desde 2019, pese a que desde 1954 existe un decreto de veda en los pozos de agua que abastecen la zona de Santa Úrsula Coapa.