02/02/2024 (Ciudad de México). En los últimos meses los índices de actividad criminal, particularmente el número de homicidios, aumentaron en la sociedad chilena. Una cosa es la inseguridad real, cuya medición debe ser constantemente informada a la ciudadanía como por ejemplo hace el gobierno en México, y otra es la percepción subjetiva de la inseguridad. La inseguridad real puede no estar tan mal, pero la percepción de inseguridad puede estar en niveles muy elevados. Y en Chile nueve de cada diez personas encuestadas creen que es un país inseguro. Este dato obliga a respuestas gubernamentales y una de las iniciativas del presidente Gabriel Boric fue convocar a reunión del “Consejo de Seguridad Nacional” (COSENA) para el siguiente lunes.
La decisión fue anunciada por el propio presidente en un acto de gestión, sin que se hayan preparado las cosas dentro de la coalición gobernante de centroizquierda, lo que originó observaciones de algunos de sus aliados políticos.
Para entender los términos del debate es necesario saber que COSENA es una instancia heredada de la dictadura de Pinochet, en la que participan los comandantes de las Fuerzas Armadas y el Director General de la Policía (Carabineros), que deliberan y toman decisiones junto a los representantes de los poderes del Estado (ejecutivo, legislativo y judicial). Fue conformada luego de promulgada la Constitución de 1980 y los militares le otorgaron facultades hasta para exigir reunirse con quien estuviera en la Presidencia, así fuera un presidente democráticamente electo.
Mientras siguió gobernando Pinochet el COSENA se reunió varias veces para abordar la lucha contra la subversión (resistencia a la dictadura), por lo que nombrarlo siempre ha tenido connotaciones contrarias a la democracia.
Ya con gobiernos civiles, las únicas veces que Cosena se reunió fue en 2005, convocado por el presidente Ricardo Lagos, para analizar la demanda limítrofe en La Haya del Perú contra Chile; el 2014, a convocatoria de Sebastián Piñera para analizar otra demanda limítrofe peruana. La última vez fue a fines del 2019, cuando aún gobernaba Piñera que lo reunió para afrontar el “Estallido Social” de entonces. En otras palabras, el gobierno derechista pretendía aplicar un enfoque de seguridad nacional a lo que era un conflicto social que demandaba la realización de una Asamblea Constituyente. En ese momento, el dirigente social Gabriel Boric se pronunció públicamente en contra, a través de sus redes sociales: “En vez de convocar al Cosena, el presidente debiera convocar al plebiscito”.
Para no perderse en las ramas, sobre este tema el debate de fondo tiene que ver con la naturaleza de Cosena que, como su nombre indica, es una entidad de seguridad nacional, no de seguridad ciudadana. Y no son lo mismo. Confundir una con otra está llevando a la izquierda gradualista e institucionalista (la chilena gobernante lo es) en varios países de América Latina a cometer errores. La “guerra contra el crimen”, la “lucha sin cuartel contra el delito” y otras consignas parecidas a las que acuden algunos gobiernos (Nayib Bukele en El Salvador, Daniel Noboa en Ecuador) terminan construyendo un “enemigo interno” y cimentando una concepción verticalista de la seguridad ciudadana, que sofoca y anula cualquier participación de la ciudadanía en la solución del problema, junto con las autoridades de gobierno, los administradores de justicia, las entidades educativas y los medios de comunicación, bajo un enfoque de corresponsabilidad.
Esto explica que hayan expresado sus diferencias con la línea oficial, respetables referentes del Partido Comunista como la diputada Lorena Pizarro, o dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) como Eric Campos, su Secretario General. Indicaron que están de acuerdo en que es necesario tomar acciones para mejorar la seguridad ciudadana, pero observan que se esté aplicando la agenda de la derecha que tiende al autoritarismo.
Desde Palacio de la Moneda rápidamente hicieron gestiones para cerrar filas como coalición apoyando a Boric. Ello no quiere decir que desaparezca el debate, sólo que se encapsula momentáneamente en la interna.