En Junio de 2023 el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó colocar una serie de boyas con púas conectadas entre sí con una base de cemento para cortar el flujo migratorio por el río Bravo. Tras una primer sentencia para su retiro, un tribunal de apelaciones ha permitido su permanencia.

18/01/2024 (Ciudad de México). Un tribunal de apelaciones en Louisiana, Estados Unidos, revocó la sentencia previa del otra corte que ordenaba al gobierno de Texas retirar las boyas colocadas en el río Bravo, en la frontera entre Eagle Pass y la ciudad mexicana de Piedras Negras, en Coahuila.

La colación de estas boyas forma parte de la operación llamada “Estrella Solitaria” (Operation Lone Star), ejecutada desde 2021 por el gobierno texano para impedir el asentamiento de migrantes en el estado y al margen de las políticas federales. Para esta operación, la administración de Greg Abbott planea utilizar más de 9 mil 500 millones de dólares entre 2021 y 2025, de acuerdo a los reportado por medios estadounidenses.

Confrontación entre Texas y Washington

Con la nueva resolución del Tribunal el gobernador del estado, el republicano Greg Abbott, obtiene una victoria frente al ejecutivo federal encabezado por el presidente Joe Biden, en medio de una crisis migratoria sin precedentes y un periodo electoral en puertas en el país norteamericano. La acción implementada por el gobernador dio origen a la actual denuncia procesada en los tribunales estadounidenses, misma que avivó un enfrentamiento político entre ambas autoridades, donde un lado señala la ausencia de la autoridad federal y el otro la violación de la constitución federal.

Este cruce de señalamientos tiene como contexto las leyes anti inmigrantes promulgadas por el texano en los últimos meses, entre las que se encuentran darle mayor autoridad a la policía local para detener arbitrariamente a la población “sospechosa” de ser migrantes indocumentados, así como facultar a jueces estatales para ejercer la deportación inmediata, atribuciones exclusivas del gobierno federal de acuerdo a la constitución de Estados Unidos.

En este mismo tono de confrontación, el pasado viernes Greg Abbott declaró ante sus simpatizantes que ya no permitirá el paso de la patrulla fronteriza federal a través de un parque controlado por el estado en Eagle Pass. Como respuesta, el procurador general del estado, Ken Paxton, declaró que no se le impidió el paso a los agentes de la patrulla durante un incidente en el río Bravo que culminó con el ahogamiento de tres migrantes, como sostiene el Departamento de Seguridad Nacional.

Los conflictos diplomáticos con México

Como parte de la denuncia presentada por Washington frente a las acciones del texano se ha resaltado que la colocación de las boyas viola la Ley de Ríos y Puertos, suscrita por México y Estados Unidos, misma que protege las aguas navegables en la frontera compartida.

Por esta acción, el gobierno de México emitió una nota diplomática de extrañamiento por la ejecución de esta acción, ya que también contraviene a lo estipulado en el Tratado de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos de 1944, donde se establece que “el  uso del cauce de los ríos internacionales para las descargas de aguas de avenida o de otros excedentes será libre”.

Por su parte, en distintas conferencias matutinas, el presidente de México se ha pronunciado en contra de estas políticas y las ha calificado de “inhumanas” al no privilegiar la seguridad de las personas que han tomado la decisión de migrar de su lugar de origen.

Tanto por las acciones ya ejecutadas como por las declaraciones hechas al calor de las elecciones primarias, el Gobierno de México ha privilegiado el diálogo y la búsqueda de una solución humanista a la actual crisis migratoria. Sin embargo, el panorama se torna difícil ante las presiones entre ambos partidos políticos estadounidenses, quienes mantienen acciones anti migrantes como la construcción del muro en la frontera.