19/07/2023 (Ciudad de México). La semana pasada las autoridades del estado de Texas, gobernado por el republicano Greg Abbott, instalaron centenares de boyas con púas en el tramo del río Bravo que divide a las ciudades de Eagle Pass (Texas) y de Piedras Negras (Coahuila), para evitar el cruce de migrantes en la frontera. Las boyas tienen casi un metro de diámetro y están revestidas con púas para evitar que cualquier persona se acerque a ellas.
Esta nueva barrera de boyas se suma a un alambre de púas que el mes pasado se instaló en la orilla del río Bravo, en el lado del territorio texano. Eagle Pass se ha convertido en el segundo cruce fronterizo con mayor flujo de migrantes en lo que va de este año fiscal, de acuerdo con datos del Gobierno estadounidense.
En conferencia matutina de esta semana al ser cuestionado sobre estas medidas el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, las calificó como “acciones publicitarias muy vulgares”. Enfatizó que lo que está detrás es “engañar al pueblo estadounidense, de que el gobierno republicano de Texas si es muy estricto y ellos van a impedir que lleguen migrantes”.
Cabe señalar que el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha impulsado un discurso donde señala a las personas migrantes como “quienes llevan la droga a Estados Unidos que tanto daño le hace al pueblo estadounidense”.
De forma paralela a las declaraciones de López Obrador, el gobierno mexicano a través de una nota diplomática de extrañamiento, emitida el 26 de junio, solicitó que sea retirada la barrera de boyas y la cerca de alambre de púas que se colocó en el cauce del río Bravo. El uso de estas boyas podría contravenir el artículo 17 del Tratado de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos de 1944, el cual establece que ‘el uso del cauce de los ríos internacionales para las descargas de aguas de avenida o de otros excedentes será libre’”, menciona el extrañamiento.
El día de hoy se volvió a cuestionar al presidente López Obrador sobre su opinión de la situación en la frontera con Texas, debido al revuelo que causó la publicación de un presunto correo electrónico de un policía del Departamento de Seguridad Pública divulgado en el portal de noticias “Houston Chronicle” . En dicha comunicación se señala que la policía fronteriza de Texas tiene la orden de “empujar a niños pequeños y bebés lactantes migrantes hacia el Río Bravo”, además de que tienen la indicación “de no ofrecerles agua a los solicitantes de asilo, incluso en condiciones de calor extremo”.
El mandatario mexicano calificó de “inhumanas” estas supuestas acciones, así mismo se dijo incrédulo de que las autoridades hayan dado esa orden. No obstante, añadió que “sí es posible que no se le de agua a migrantes, que incluso se les persiga. Se llegó en un tiempo incluso a cazar a migrantes, porque fomentaron ese odio a los migrantes, por eso lo de las boyas naranjas y alambradas con navajas”.
El mandatario consideró que estas medidas tienen un sentido propagandístico “para sacar votos” de cara a las próximas elecciones presidenciales del 5 noviembre. El tema de la migración, históricamente, se ha vuelto un tópico recurrente sobre el cual sacar rédito político entre republicanos y demócratas. “Los políticos conservadores en Estados Unidos siguen utilizando esa estrategia anti inmigrante porque piensan que así van a obtener votos” puntualizó el presidente López Obrador.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, se ha caracterizado por sus constantes arremetidas contra el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, señalándole incluso de estar asociado a los carteles mexicanos. Recientemente a través de su vocería, Abbott argumentó que “Texas ha tenido que emplear todo tipo de herramientas y estrategias para combatir la migración ilegal que es promovida por el presidente Joe Biden”.
La postura de la presidencia de México sigue siendo denunciar “a todos esos políticos antiinmigrantes, antimexicanos, como el gobernador de Texas, que es el que promueve esas acciones” y se seguirá “defendiendo a nuestros paisanos del maltrato y a los migrantes en general”, destacó el jefe del Ejecutivo.
En relación a este tema de la migración, el mandatario mexicano también abordó la polémica etapa en la que el expresidente estadounidense Donald Tump amenazó con imponer aranceles de manera unilateral a México y cerrar la frontera. Señaló que junto al despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur del país, su gobierno “intensificó los programas para atender a la población migrante en sus lugares de origen, se inició el programa de atención a pueblos de países centroamericanos y además se logró bajar el flujo migratorio”.
Cabe mencionar que en el marco de la Primera Reunión de la Conferencia Regional sobre Cooperación Sur-Sur de América Latina y el Caribe, llevada a cabo en Santiago de Chile el 30 y 31 de mayo, el gobierno de México señaló que destinó 31 millones de dólares a El Salvador y 31 millones de dólares a Honduras para beneficiar a 20 mil personas por país, a través de los proyectos Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro.
Por otra parte, el mandatario mexicano señaló que la próxima semana recibirá la visita de Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de seguridad de la Casa Blanca, para dialogar sobre cooperación en temas de migración, fentanilo y armas.