08/11/2024 (Ciudad de México). En Estados Unidos, circulan masivamente convocatorias en las redes sociales para concentrarse en la ciudad de Washington, días antes de la investidura de Donald Trump.
La manifestación es convocada bajo el título de “Marcha del Pueblo sobre Washington”, en recuerdo de aquella primera marcha que protagonizó Martin Luther King el 28 de agosto de 1963, cuando se congregaron 250 mil personas bajo el lema de “empleo, justicia y paz”.
Mas de sesenta años han pasado desde aquella histórica movilización, y ya se están organizando nuevamente multitudes que llegarán a la capital federal de los Estados Unidos, sede de los principales poderes del Estado, el 18 de enero del 2025. Esta vez será en protesta contra el magnate electo y sus prioridades políticas, que buscan socavar los derechos de las mujeres, de los inmigrantes, de la comunidad LGTBI+, de las minorías raciales y religiosas, y que estará al servicio de las grandes industrias que agreden a la naturaleza.
No pasó mucho tiempo desde el shock que significó para gran parte de estas colectividades, el resultado de las elecciones del 5 de noviembre que le dieron la presidencia a Donald Trump, y la mayoría del Senado al Partido Republicano. Todavía está por decidirse en los escrutinios por circunscripción electoral, qué partido controlará la Cámara de Representantes, siendo mayores las opciones de la derecha ultraconservadora para lograrlo.
Todas las alarmas ya se han encendido entre los inmigrantes que no tienen residencia consolidada, o entre las comunidades que viven cerca de reservas naturales hoy en disputa con empresas petroleras y mineras que contaminan sus hábitats, o entre las mujeres que tuvieron que soportar en la primera administración de Trump (2016 – 2020) grandes retrocesos de derechos en la Corte Suprema de Justicia (de mayoría conservadora) y en otras instancias judiciales.
La “Marcha del Pueblo sobre Washington” es organizada por conocidas entidades de derechos civiles, justicia racial, salud reproductiva y ecologistas, buscando congregar una multitud, que iniciará de esta forma la larga resistencia social y política a la ultraderecha que se prepara para retornar a la Casa Blanca.
“Celebramos la marcha para seguir luchando por nuestra libertad, nuestras familias, nuestro futuro, y también para dejar claro frente al creciente autoritarismo que no nos rendiremos preventivamente”, ha declarado Rachel O’Leary Carmona, quien es la directora de “Marcha de las Mujeres”, que realizó actividades antitrumpistas en numerosos Estados durante la campaña electoral.
“Marcha de las Mujeres” es, con las coaliciones “Acceso al Aborto Ahora”, la “Unión Estadounidense por las Libertades Civiles”, “Planificación Familiar” y el “Centro Jurídico Nacional de la Mujer”, algunas de las plataformas feministas que están tomando la iniciativa. A ellas se están sumando organizaciones civiles de reciente creación como “We are California”, un movimiento que busca defender los valores de inclusión, comunidad y democracia, abogando por la justicia racial y económica, y que acaba de conformarse en respuesta al triunfo de Trump.
“No nos acobardaremos ni retrocederemos frente al autoritarismo” ha afirmado en un comunicado James Woodson, que es un referente de “California Black Power Network” y se está convirtiendo en uno de los muchos líderes de estos nuevos movimientos. Otra de esos referentes jóvenes, Sabrina Smith, directora de California Calls, declaró: “Trump y su alianza de multimillonarios corporativos, intolerantes y abusadores autoritarios, muchos de los cuales han hecho sus fortunas en California, están dispuestos a castigar a los californianos y quitarles las libertades por las que tanto hemos luchado. No se los vamos a permitir”.
Las lecciones de Argentina, donde la brutal arremetida del neofascista Javier Milei, sigue chocando contra un amplio frente de resistencia social y política, parece mostrar el camino que, en Estados Unidos, pueden seguir las comunidades en riesgo.