06/11/2024 (Ciudad de México). La victoria preliminar de Donald Trump en la elección presidencial estadounidense plantea un escenario distinto para las relaciones entre Estados Unidos y México ante las innumerables declaraciones del candidato republicano en contra de México, sus políticas e incluso de los migrantes asentados en territorio bajo su jurisdicción.
Frente a esto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha emitido un mensaje de cautela y llamado a esperar los resultados oficiales de las autoridades estadounidenses, al tiempo que ha reafirmado su compromiso con la protección de los derechos de los migrantes mexicanos en el extranjero y el fortalecimiento de la seguridad en la frontera.
Durante su “mañanera del pueblo” la presidenta subrayó que, aunque los resultados preliminares favorecen a Trump, el gobierno de México ha decidido mantener la prudencia, esperando el proceso formal de certificación de resultados, en sintonía con la política exterior de no intervenir en procesos electorales extranjeros y de respetar la soberanía de los Estados Unidos. Además, afirmó que “no hay ningún motivo de preocupación. México Siempre sale adelante, somos un país libre independiente soberano y va a haber buena relación con los Estados Unidos. Estoy convencida de ello”.
Esta postura refleja una continuidad en la estrategia que el ex presidente López Obrador implementó durante su mandato, caracterizada por una cautela diplomática y un enfoque en priorizar la relación bilateral con la administración estadounidense sin importar su tendencia partidaria. Sin embargo, la victoria de Trump despierta una serie de preocupaciones derivadas de sus acciones y retórica anti-migrante en su primer mandato (2016-2020) que afectaron notablemente a las comunidades mexicanas en Estados Unidos y tensaron las relaciones diplomáticas.
La prioridad es la comunidad mexicana en EE.UU.
Además de la prudencia en cuanto a la relación formal entre ambos gobiernos, Sheinbaum enfatizó el compromiso de su administración con la comunidad mexicana en Estados Unidos. En un mensaje dirigido a los paisanos, les instó a mantener la calma y a estar atentos a los canales oficiales de comunicación que, tanto la Presidencia como la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), han dispuesto para asegurar su protección y bienestar.
Este mensaje de solidaridad y apoyo es especialmente relevante ante el temor de que Trump retome políticas migratorias restrictivas, similares a las de su administración previa, que incluían la separación de familias en la frontera y un incremento de redadas contra migrantes. Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ha anunciado que trabaja en conjunto con las representaciones consulares en Estados Unidos para mantener la asistencia legal y asesoría en caso de que la situación se vuelva hostil para los mexicanos en territorio estadounidense.
La seguridad en la frontera, eje prioritario
Sheinbaum también aprovechó el contexto para recordar que el gobierno mexicano continuará con sus políticas de seguridad en la frontera norte, tanto en el combate al trasiego de drogas hacia Estados Unidos como en el tráfico de armas desde aquel país a México. Trump ha reiterado en su campaña el deseo de imponer más controles fronterizos y aranceles si México no “hace lo suficiente” para frenar el flujo de migrantes. Frente a esto, el gobierno mexicano confía en que las nuevas autoridades estadounidenses valoren el trabajo en materia de seguridad que se ha realizado para atender la problemática en la frontera en común.
Además, la presidenta ha recalcado que la administración federal mantiene su compromiso de garantizar la seguridad y el respeto a los derechos humanos de los migrantes, así como de velar por el cumplimiento de acuerdos que prevengan la actividad delictiva en la frontera.
Es importante recordar que, durante el sexenio de López Obrador la relación entre ambos países vivió momentos de gran tensión con la administración Trump. Al inicio, el presidente mexicano enfrentó fuertes presiones por parte de la Casa Blanca para endurecer las políticas migratorias en la frontera sur. En un acto controversial, México desplegó a la Guardia Nacional para detener los flujos migratorios centroamericanos ante las amenazas de imponer aranceles si no se cumplían las exigencias.
A pesar de las fricciones, ambos mandatarios lograron mantener una relación de cordialidad. Trump reconoció en más de una ocasión la disposición de López Obrador para trabajar en temas clave como el comercio y la propia migración, mientras que el presidente mexicano optó por evitar confrontaciones directas con el entonces mandatario.
Con el regreso de Trump al poder y su retórica de línea dura contra México, Sheinbaum ha insistido en que su gobierno mantendrá la defensa de la soberanía y definirá sus políticas en función de los intereses nacionales, reiterando que no permitirá que la cooperación se convierta en sometimiento.
Los republicanos ganan su Senado y van por la Cámara de representantes
Además del regreso de Trump a la Casa Blanca, el Partido Republicano también ha logrado mayoría en el Senado, la cámara alta de Estados Unidos, y aspira a retener el control de la Cámara de representantes, su cámara baja.
De acuerdo a la última información de las elecciones estadounidenses, el Partido Republicano mantiene una ventaja de 201 escaños sobre los 184 del partido demócrata en su cámara baja. Para que alguno pudiera tener la mayoría oficial requieren de al menos 218 escaños, lo que es posible para el partido de Donald Trump si se confirma la victoria de los legisladores republicanos en demarcaciones electorales como las de Washington, Colorado, Arizona y California.