06/11/2024 (Ciudad de México). Tras la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de desistir en la impugnación de la reforma judicial, las reacciones en el ámbito político no se hicieron esperar. Como primer reacción, por su trascendencia, surgió una ola de ataques en contra del ministro Alberto Pérez Dayán, quien reconoció que los conceptos de impugnación hechos por los partidos políticos opositores son improcedentes. Por esta postura, el ministro fue calificado como “traidor” al bloque de ministros que abiertamente se posicionaban a favor de invalidar dicha reforma e incluso llegan a afirmar que el ministro fue “doblado” por el oficialismo sin considerar sus razonamientos jurídicos.
Estas críticas se comenzaron a manifestar a las afueras de la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De acuerdo a los datos de la Secretaria de Gobierno, al menos unas 2 mil personas llegaron a congregarse en las inmediaciones del máximo tribunal para manifestar su rechazo a la elección judicial. Entre los presentes se pudo ver al empresario y líder opositor Claudio X. González, a la ex candidata presidencial Xóchitl Gálvez, al senador y dirigente del PAN Marko Cortés, así como a otros miembros del partido azul como Margarita Zavala, Kenia López Rabadán, Mariana Gómez del Campo y Santiago Taboada. Junto a sus seguidores, el principal grito fue el de “¡Dayán, traidor, le fallaste a la nación!”
Sin embargo, el ministro Pérez Dayán fue enfático al señalar que no puede “forzar el ejercicio de una facultad que no me fue conferida [por la Constitución] en el conocimiento de una acción de inconstitucionalidad”. Esta postura fue reconocida por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien señaló que aún cuando el ministro no está de acuerdo con la reforma, mantuvo la coherencia en su votación ya que con anterioridad ya había resuelto proyectos de sentencia con el mismo criterio expreso ahora para la reforma judicial.
Esta coherencia no se mantuvo así en todos los ministros de la Corte. No sólo la ministra Ríos Farjat o el ministro Laynez Potizek desarrollaron arduos argumentos para justificar su cambio de criterio, también la ministra presidenta, Norma Piña, intentó distintas maniobras para evitar que el proyecto fuera desestimado. Con cuatro votos en contra del proyecto del ministro Alcántara, el pleno no lograba la mayoría calificada de ocho para su aprobación, por lo que Norma Piña apresuró un receso en la sesión para dar tiempo a los ministros a que reflexionen su voto y hacer válida la aprobación del proyecto en cuestión con únicamente seis votos, mayoría calificada prevista en la reforma judicial, pero que sólo aplicará cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación esté integrada por nueve ministros. Frente a este nuevo intento de la ministra, dos de sus ministros, Pardo Rebolledo y Luis María Aguilar, decidieron no seguir con esta estrategia y confirmaron, junto con Lenia Batres, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y Pérez Dayán, que la mayoría calificada se alcanza con ocho votos y no con seis.
Luego de este resultado, la ministra Lenia Batres, defensora de la constitucionalidad de la elección judicial, afirmó que la legitimidad popular con la que se ejecutó la reforma fue definitoria para que el proyecto del ministro Alcántara no alcanzara los votos para invalidar ilegalmente la Constitución vigente, por lo que considera este resultado como una victoria en la que “ganó la razón, ganó la democracia, ganó el pueblo de México” frente a la “tiranía de los jueces”.
Junto a la ministra, legisladores que en su momento votaron a favor de la reforma también expresaron su satisfacción por que la Corte no invadiera las facultades del legislativo. “Creo que ya era hora que alguien, de los ocho ministros, nos diera la razón sobre el derecho constitucional”, señaló el diputado petista Reginaldo Sandoval Flores. En este mismo sentido se pronunció Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, quien declaró que “se deja claro que prevaleció el derecho, que prevaleció la Constitución, que prevaleció la mesura y la sensatez de alguno, de algunos de los ministros”.
¿Qué sigue en la elección judicial?
Durante su “mañanera del pueblo”, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró que en la sesión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación “ganó la fuerza de la razón, la cordura frente a la irracionalidad. La elección de jueces, ministras, ministros, magistrados y magistradas va el 1 de junio de 2025, la transformación del país es profunda para bien de todos los mexicanos”.
Además, adelantó que en las próximas semanas presentará la iniciativa de reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial, ley secundaria que rige el actuar específico de este poder, misma que contendrá los ajustes necesarios derivados de la Reforma Judicial promulgada en Septiembre.
Respecto al “Plan D” señalado en días recientes frente a la posibilidad de que la Corte impugnara la reforma judicial, la mandataria reveló que éste consistía en volver a presentar la reforma judicial conforme a todos los procedimientos. En caso de que esta nueva reforma volviera a encontrar resistencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación , en este máximo órgano de justicia ya habría la mayoría calificada lograda con los ocho ministro sistemáticamente en contra de la Cuarta Transformación, sino que este número se reduciría a siete con la inminente salida del ministro Aguilar el próximo 30 de Noviembre al haber cumplido los 15 años de servicio para los que fue elegido. Con esta vacante, el Senado podría elegir de entre una nueva terna propuesta por el Ejecutivo a un o a una nueva ministra que no estuviera sesgada por la confrontación política en la que actualmente se encontraban los ocho ministros.